en segundo fuimos al selvo marina nos lo pasamos muy bien vimos todo tipo de animales acuaticos
viernes, 29 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
domingo, 24 de abril de 2011
LA CARRERA SOLIDARIA
lunes, 18 de abril de 2011
EL JARDIN BOTANICO
Lamujer jigante
domingo, 17 de abril de 2011
EL dia de el liblo :explicacion.
ANDALUCES DE JAÉN:MIGUEL HERNÁNDEZ
Miguel Hernandez
jueves, 14 de abril de 2011
Miguel Hernánde
periodico sur en primero
poesia de miguel hernández al derramar tu voz su mansedumbre
de miel bocal, y al puro bamboleo,
en mis terrestres manos el deseo
sus rosas pone al fuego de costumbre.
Exasperado llego hasta la cumbre
de tu pecho de isla, y lo rodeo
de un ambicioso mar y un pataleo
de exasperados pétalos de lumbre.
Pero tú te defiendes con murallas
de mis alteraciones codiciosas
de sumergirte en tierras y océanos.
Por piedra pura, indiferente, callas:
callar de piedra, que otras y otras rosas
me pones y me pones en las manos.
miércoles, 13 de abril de 2011
MIGUEL HERNÁNDEZ: nanas de la cebolla
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete niño
que te traigo la luna
cuando es preciso.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.